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SALÓN DE TECNOLOGÍA PARA LA ENSEÑANZA (SIMO). ¿TE ATREVES?

Actualizado: 21 nov 2018

El pasado Martes 13 de Noviembre dio comienzo el salón de tecnología para la enseñanza SIMO, que se pudo visitar en el recinto IFEMA hasta el Viernes 15. Nosotros fuimos el martes y, en él, descubrimos una amplia variedad de recursos innovadores que podemos aplicar en el aula para mejorar el aprendizaje y la dinámica de la clase.


Durante la visita pudimos recoger información en distintos stands y, una de las cosas que más me sorprendió, fue la abundancia de aplicaciones educativas relacionadas con el ámbito de la robótica. Sin duda es una herramienta en auge en la actualidad, y ha llegado pisando fuerte a las aulas. Cabría pensar que estos avances están siendo llevados a cabo por nuevas empresas que se han lanzado a la aventura, pero la realidad es que la robótica está llegando a las escuelas desde más cerca de lo que pensamos. Sin ir más lejos, el Grupo Edelvives presentó en SIMO su nuevo proyecto, bajo el lema “let’s make it together”.


Este proyecto consiste en la incorporación de la tecnología (y más concretamente la robótica) en las aulas como un apoyo pedagógico. La tecnología ayuda a crear y a compartir, y a desarrollar las habilidades que poseen los niños.


Éste es sólo un ejemplo de las muchas aplicaciones que puede tener la robótica en la escuela, y que pudimos conocer en SIMO.



No obstante, si la robótica todavía nos resulta un mundo demasiado desconocido y preferimos apostar por algo más cercano a nuestro día a día, también encontramos distintas aplicaciones educativas para tablets y pizarras digitales. Un ejemplo de esto es Smile and learn, que contiene diferentes juegos divididos según las inteligencias múltiples. En mis prácticas del año pasado tuve la oportunidad de poner en práctica esta aplicación con alumnos TEA y creo que es verdaderamente útil para ayudarles a focalizar la atención, a desenvolverse en situaciones sociales y a practicar la utilización del lenguaje. Por tanto, creo que posee un gran potencial para alumnos que tienen déficits en determinadas funciones neurológicas o en estudiantes de edades bajas, pero considero que tiene un nivel demasiado bajo para los últimos cursos de Primaria (en todo caso podría utilizarse como primera toma de contacto con un tema o como repaso).


La realidad virtual es otro recurso que puede llegar a tener una gran utilidad en el aula, debido a su carácter inmersivo y a la posibilidad de “transportarse” o experimentar cualquier situación sin moverse de la escuela. Creo que esto supone una gran ayuda en el desarrollo de las habilidades sociales, ya que podemos situar a los niños en entornos muy variados: casos de bullying, multiculturalidad, diversidad funcional…


También se pueden encontrar aplicaciones educativas para programas que han sido diseñados con un fin completamente diferente, como es el caso del Minecraft, un juego cuyo objetivo es puramente lúdico, pero que tiene un inmenso potencial para la educación debido a su simplicidad y a su realismo. En particular, creo que se puede brindar un enfoque completamente renovado a la asignatura de tecnología a través de este videojuego: con los materiales adecuados podemos crear herramientas, edificios, circuitos… e incluso maquinaria para obtener derivados de la materia que encontramos en la naturaleza. No se trata sólo de su valor educativo, sino de su carácter lúdico, que aumenta la predisposición del alumno para el aprendizaje.



Todo esto es lo que más llamó mi atención, pero existen muchas aplicaciones más de la tecnología en la educación, y gracias a ferias como SIMO podemos conocerlas.


Personalmente, pienso que la tecnología es (nos guste o no) el principal frente abierto de cara al futuro: la robótica, la biotecnología, la nanotecnología… todos son campos que, aunque parecen ajenos a la educación, influyen directa o indirectamente en ella. Las demandas del futuro también se verán afectadas por la tecnología y desde la enseñanza debemos ser capaces de preparar a los niños para ese mundo nuevo y distinto que les espera.


La tecnología está constantemente presente en el día a día de los alumnos, es algo cercano a ellos que además despierta en ellos un interés especial. Nosotros debemos saber aprovechar ese gran potencial en las aulas.


Pienso que la tecnología es un aliado de la educación, si se utiliza de manera correcta. No debemos olvidar que nuestros alumnos son niños, necesitan el contacto con otras personas y recibir estímulos diversos para un correcto desarrollo. No podemos dejar que la tecnología absorba los demás aspectos de sus vidas, pero sí podemos utilizarla como apoyo del proceso de aprendizaje.


En SIMO hemos descubierto el potencial de muchas herramientas tecnológicas en el ámbito de la enseñanza, pero ¿te atreves a aplicarlas en clase?

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